El Viernes Santo, nos citamos a la 7:30 de la mañana en nuestro habitual punto de encuentro.
David, Matías, Pascual, Tobías, Roberto y Gustavo tomaron la salida, Carli, habitual que suele ser un fijo en todas las alineaciones, en esta ocasión decidió reservarse para una dura salida planificada para el día siguiente.
David había pensado en realizar una ruta por los alrededores de Elche, cruzando la milenaria ciudad de Norte a Sur siguiendo el cauce del río Vinalopó.
Puntalmente salimos hacia las rampas del Ferriol... tras llegar hasta lo alto de la mítica "Cuesta de las Gallinas" por varias sendas que hacían la ruta muy divertida y variada. Una vez arriba tocaba bajar por el roto y erosionado camino.... Pascual dio la voz de advertencia, comentado que era un descenso algo técnico y que había que bajar extremando la precaución, en fila de a uno y manteniendo una distancia de precaución entre ciclistas para evitar encuentros. A los pocos metros de comenzar el descenso, Gustavo (nuevo fichaje del otro lado del Atlántico) decide que es una buena idea adelantar a David por la derecha de éste, sin espacio y lo que es peor sin avisar, con lo que terminó por arrollar a David provocando la caída de ambos ciclistas, aunque la peor parte se la llevó David, con una contusión en el dedo gordo de la mano derecha y diversas magulladuras y arañazos por todo el cuerpo. Pascual y Matías que habían llegado a pie de cuesta sin problemas, comenzaron a subir al ver que el resto de componentes del grupo no llegaba, sospechando que algo había pasado.
Tras unos 10 minutos, retomamos la marcha dirección al pantano de Elche.
Culot de David, tras la caída.
Dedo gordo de David, contusionado y magullado
Codo que soportó el peso de la caída estilo croqueta
El hombro también se llevó lo suyo, lástima de ropa...
David tenía serias dificultades para accionar el cambio de piñón, por lo que se dio cuenta que no iba a ser posible acabar la ruta entera de casi 70 kms. Pero tampoco se iba a ir a casa, así que decidió seguir con el grupo hasta ver cómo evolucionaban las heridas.
Desde la carretera del merendero, tomamos la senda que lleva al cauce del Vinalopó que hizo las delicias de los más avezados, entre los que tenemos que contar de forma habitual con Matias, que ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad. Demostró unas cualidades magníficas tanto en los duros repechos, como en las técnicas bajas, no se le ve dudar ni medio segundo a la hora de afrontar un descenso, está sacándole las tripas a su flamante doble.
Estrenamos las pasarelas nuevas que cruzan el río, cuya dirección de obra ha sido realizada con eficacia por uno de nuestros componentes, Jorge. Se han quedado de maravilla y seguro que volveremos a pasar por ahí próximamente.
Gervasio nos iba a interceptar en el cauce del río, a la altura de la gasolinera Shell y así fue, cual indio oteando desde lo alto del desfiladero, vimos la figura de nuestro compañero que se unió con la intención de hacer el resto de ruta.
Seguimos bajando por el bajo Vinalopó, zona por la que las copiosas lluvias de este Invierno junto al poco tráfico que pasa por allí, hacen que la senda se llegue a cegar casi por completo y la vegetación llegue hasta el pecho, con lo que hay que estar muy atento para no desayunarte un junco sin pedirlo.
Una vez llegamos a la carretera, que inicialmente nos iba a llevar hasta el término municipal de Santa Pola, decimos que lo mejor era acortar la ruta y tomar dirección a uno de nuestros habituales puntos de avituallamiento, el restaurante el Lleó, donde a buen seguro sus simpáticas camareras iban a calmar la sed y convertir la accidentada salida, en una salida digna, aunque con un valance calorífico positivo, pero en fin todo no puede ser...
Grupo al completo
Tenemos video del almuerzo...
Génesis de la salida, por David:
El día antes a esta salida, se me ocurrió comentar en el WhatsApp del grupo ARUEDA que si tuviera tiempo, me pasaría por la piedra a cualqueira de los ARUEDA... en ese momento no tuve respuesta por parte de ningún miembro de LA FAMILIA (los Brotons). Pero a vista de los resultados, cada vez tengo más claro que el tal Gustavo no es más que un sicario enviado por LA FAMILIA para evitar mi progreso...jajajaja
Gervasio ha querido reflejar con este video en qué nos hemos convertido. Cuidado con lo que dices y a quién...
Bromas a parte, fue una buena salida.
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